¿Por qué masturbarse?
Si lo has hecho antes… ¡conoces la respuesta a esta pregunta! Además de sentirse uno tan bien, masturbarse alivia la tensión sexual que aumenta naturalmente con el tiempo. Todo hombre y mujer en su adolescencia se ha puesto "caliente" que en cuyo estado su mente se ve invadida por pensamientos eróticos. Esto es un proceso natural y totalmente normal: los órganos sexuales producen y acumulan el semen en el caso de los hombres, y el cuerpo responde causando que el pene quiere eyacular el semen para hacer lugar al orgasmo. Pero en el caso de las mujeres se produce en muchas ocasiones por el afán de innovar o experimentar sensaciones que resultan muy placenteras para el cuerpo.

En definitiva, el orgasmo es una sensación placentera que el cuerpo entero lo siente (para la mayoría de la gente), es tan poderoso y placentero que no se puede comparar con ninguna otra sensación que el cuerpo humano pueda experimentar.
En conclusión, es importante aclarar que a pesar de lo que puedas haber escuchado (ya sea por rumores de tus amigos, en la televisión o por gente adulta), la masturbación es completamente segura. Así que…¡ya sabéis amigos…!
Masturbación femenina:
Para la mujer, la masturbación permite conocer las zonas más sensibles de su cuerpo y aprender a excitarse. Es cierto, las mujeres también se masturban aunque debido a una mala educación sexual, la masturbación de la mujer se ha convertido en un tema tabú. Hoy en día, aún existen mujeres que no se masturban, y otras que aunque lo hagan luego se sienten incómodas o culpables ante tal hecho. No es un tema que muchas mujeres compartan con amigas o incluso con sus parejas. Lo cierto es que la masturbación femenina es una vía sana y saludable de satisfacer los instintos sexuales y a la vez, aprender sobre el propio cuerpo y su respuesta sexual. Masturbarse significa jugar y gozar con tu propio cuerpo y dar forma a tus fantasías.
Puntos clave:
El clítoris es la parte más sensible y placentera del cuerpo de la mujer. El estímulo directo del clítoris lleva la mayoría de veces al orgasmo. Pero el camino más seguro para llegar al mejor orgasmo es no concentrarse en un solo punto del cuerpo. Recuerda que en el clítoris no empieza y termina el placer de una mujer.
En la vagina, presta atención a los pliegues internos, llamados labios menores. Estimular el clítoris y la vagina a la vez y si es posible, jugar también con otras partes erógenas del cuerpo es la vía más segura para llegar a la culminación. Zonas del cuerpo como los pechos, el vientre, etc. son también muy sensibles a la estimulación, incluso el ano es otra zona muy sensible al tacto en la que puede llegarse a excitar mucho.
Por lo general, existen dos zonas muy sensibles para la mujer: una en la parte superior de la pared interior, punto G y otra en la parte inferior de la pared posterior de la vagina.
Técnicas:

Para comenzar la masturbación es imprescindible desearlo y fantasear. Para ello, debe crearse un ambiente y usar la imaginación. Algunos consejos de los que podemos experimentar y gozar con ello son estos:
- Masturbarse delante del espejo es una experiencia que puede resultar muy satisfactoria para la mujer con el fin de conocerse más a sí misma y a su propio cuerpo.
- Buscar las zonas erógenas vaginales con la ayuda de los dedos es una buena forma de conocer el cuerpo y de disfrutar con ello ya que cada cuerpo es diferente a la sensibilidad y placer que pueda una experimentar.
- Hay muchas posturas que puedes llevar a la práctica mientras una se masturba como por ejemplo, mantener las piernas cerradas con el cuerpo boca a bajo, acariciarse el cuerpo a la vez que se estimula el clítoris, contraer los muslos, tumbada en la ducha, etc. Lo importante es practicar y no habituarse a una única postura.
- Para lubricar la vagina cuando ésta no se encuentra húmeda puede utilizarse lubricantes, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o bien mojándolos con la propia saliva.
Masturbación masculina:
Para el hombre, la masturbación es el acto de estimular manualmente el pene para producir placer. Para los adultos y adolescentes más grandes, la masturbación generalmente termina con la eyaculación, en la cual el líquido que contiene los espermas (semen) es expulsado desde el pene. La eyaculación usualmente es acompañada por el orgasmo. Uno de los modos en que esto sucede es a través de los "sueños húmedos", es decir, una eyaculación mientras uno duerme. La clave está en estimular el pene para engañarlo con el pensamiento de que uno está copulando. Es importante aclarar que la masturbación no afecta al tamaño del pene ni la habilidad para producir una erección o tener hijos más adelante.
Puntos clave:
Muchas veces se tiene la idea de que el pene es la única parte del hombre que se ha de estimular, pero lo cierto es que hay varias partes del cuerpo que a la vez que uno se masturba puede ir estimulando otras:
Los testículos es una zona muy delicada y a la misma vez sensible al tacto. El escroto (bolsa que contiene los testículos) es similar a los labios exteriores de la mujer, por eso las caricias y los besos producen sensaciones muy profundas y hay que manejarlo con cuidado ya que es un órgano muy delicado. El ano es sumamente sensible, sobre todo en los hombres ya que se conecta directamente con la próstata, que en opinión de muchos expertos es el punto G masculino.
Técnicas:
Algunos de los consejos que se recomienda para los hombres es relajarse, crear un ambiente en el que uno se sienta a gusto. Es aconsejable utilizar y extenderse sobre el área del pene algún tipo de gel lubricante, aceite o la propia saliva de uno mismo para comenzar y así experimentar el máximo placer.
- Mientras que uno se masturba con la mano, con la otra puede frotar el área de los testículos, esto hace crear unas sensaciones de máximo placer para el hombre.
- Si uno no tiene el pene muy grande es recomendable que mientras se masturba rodee todo su miembro con la mano.
- Para una mayor estimulación puede utilizarse todo tipo de revistas, videos, imágenes, etc.
- Es conveniente no utilizar un único movimiento sino experimentar y cambiar para no crear una rutina. Sobre todo variar el ritmo una vez que se está llegando al orgasmo.
- Presionar los testículos cuando se esté alcanzando el clímax y respirar profundamente.
- Hacer pausas una vez que se está empezando a sentir verdadero placer. Esta técnica y la anterior ayudan a controlar la eyaculación precoz.
- Tomar el pene como si se fuera a coger un lápiz.
- Cruza los brazos y cierra los ojos. Con una mano se rodea el pene y con la otra se acaricia el escroto. Se tendrá la sensación de que otra persona te lo estuviera haciendo.
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